Como consultora del sueño, y como madre, entiendo de primera mano la importancia del buen descanso y su impacto directo en nuestras vidas. El sueño es fundamental para el desarrollo de nuestros pequeños, pero no olvidemos que también es crítico para nosotros, los padres. La falta de sueño puede ser perjudicial y tener un impacto significativo en todos los aspectos de nuestras vidas, tanto física como emocionalmente.
Para nuestros bebés, el sueño es fundamental para su crecimiento y desarrollo saludable. Durante el sueño, sus cerebros procesan experiencias, consolidan información, memorias y aprendizajes y promueve un desarrollo físico óptimo. Cuando los bebés duermen bien, están más felices, alertas y listos para aprender y explorar el mundo que los rodea.
Como adultos, también necesitamos un sueño de calidad para enfrentar las demandas diarias, tomar decisiones y, sobre todo, para ser los mejores padres posibles y cuidar y apoyar a nuestros hijos. Y quiero recordarte que cuidar de nosotros mismos no es egoísmo y es tan importante como cuidar de nuestros hijos/as.
Por eso, hoy quiero compartiros mis mejores consejos para devolver el descanso en casa:
Abraza la Oscuridad
Mientras que algunos bebés y niños pueden dormir bien con un poco de luz en la habitación, para aquellos que tienen dificultades para conciliar el sueño o se despiertan temprano, una habitación oscura puede ser altamente beneficiosa.
Puede que te preocupes de que al proporcionar un ambiente oscuro, tu bebé confunda el día con la noche. Esto puede ocurrir durante las primeras semanas de vida. Sin embargo, a partir de las 6 a 8 semanas, un ambiente oscuro puede fomentar que tu bebé duerma durante períodos más prolongados.
¿Cómo lo logro? Si no tienes persianas, puedes probar con cortinas opacas. En el mercado, existen muchas opciones de cortinas portátiles accesibles.
Es crucial comprender que tanto la luz natural como la luz artificial pueden estimularnos a estar alerta y despiertos. Por ello, es recomendable evitar el uso de dispositivos electrónicos y luces azules al menos una hora antes de ir a la cama.
Para los despertares nocturnos, te aconsejo invertir en una pequeña lamparita portátil con luz cálida, preferiblemente de tono naranja o rojo. Esta iluminación suave y tenue puede ser de gran ayuda durante las tomas nocturnas o los cambios de pañales sin perturbar el ambiente tranquilo y oscuro que favorecerá volver a conciliar el sueño más fácilmente tanto para tu bebé como para ti.
Ambiente Fresco
Nuestra temperatura corporal naturalmente disminuye como parte del proceso para conciliar el sueño, por lo que una habitación fresca puede ayudar en este proceso. La temperatura ideal de la habitación es de entre 19-21°C.
Personalmente, encuentro muy útil los termómetros de habitación.
Elige la ropa de tu pequeño acorde a la temperatura de la habitación, asegurándote de que no esté ni demasiado abrigado (ni demasiado desabrigado). En mi perfil de instagram podrás encontrar una guía sobre cómo vestir a tu bebé dependiendo la temperatura.
Además, la habitación fresca es uno de los requisitos para el Sueño Seguro. Si te interesa conocer más información acerca de este tema, también podrás encontrarlo en mis publicaciones de instagram.
Establece una Rutina Predecible y Horarios Regulares
Y por supuesto, como siempre os digo, nuestras grandes aliadas: las rutinas.
A los bebés les gusta saber qué viene a continuación. Una rutina predecible les ayuda a sentirse seguros, protegidos y relajados, mejorando así su descanso.
Una rutina no tiene por qué sentirse restrictiva ni hacerte sentir que tienes que mirar el reloj todo el día. El objetivo es crear un ritmo predecible en tu día.
Además, intenta despertar y acostar a tu bebé a la misma hora todas las noches. Esto ayudará a regular su reloj interno y a establecer un patrón de sueño saludable.
Las rutinas y horarios más bien “fijos” serán beneficiosos a partir de los seis meses. A partir de los cuatro meses podrás comenzar a mirar el reloj, pero todavía muy pendiente a las ventanas de sueño acorde a su edad.
Con un recién nacido es normal que no haya una estructura tan predecible. Dicho esto, incluso aún en ésta etapa hay mucho que podemos hacer para mejorar vuestro descanso. Llevará tiempo adaptarse al cambio, es normal. Y esta etapa no es para obsesionarte por generar “malos” hábitos, sino para conectar con tu bebé y recuperarte.
Si te interesa saber más específicamente de esta etapa y/o contar con más información y herramientas prácticas, te invito a mirar el descargable gratuito y el curso para recién nacidos.
Piensa cómo se duerme tu bebé
Es normal que los bebés, y también nosotros los adultos de hecho, despertemos entre ciclos de sueño. Muchos bebés y niños pequeños se quedan dormidos durante tomas, con movimiento, y otros apoyos externos. Algunos luego son capaces de dormir por periodos largos. Sin embargo, para muchos otros, la forma en que concilia el sueño podría tener un impacto en su descanso.
Es decir, si tu bebé depende de una “muletilla” como el pecho, biberón, chupete, bracitos, movimiento, etc, para dormirse, es muy probable que vuelva a necesitar ese mismo apoyo varias veces a lo largo de la noche para poder dormirse nuevamente con cada cambio de ciclo.
Conciliar el sueño es una habilidad aprendida. Sí, a veces sueno como un disco rayado (¡lo sé!) pero es que es aprender a dormir es como gatear, caminar, hablar o cualquier otra. Y requiere practica, tiempo, paciencia y (mucha) constancia.
Vale aclarar que si tu bebé es menor a 4 meses, ¡es normal que necesite apoyo o ayuda para conciliar el sueño! Y no está mal que lo hagas. De nuevo, esta no es la etapa para preocuparte por los “malos” hábitos o hacer todo perfectamente. Pero, si tu bebé es mayor a 4 meses, y sientes que se está despertando múltiples veces y que ayudarle a dormir nuevamente se está volviendo insostenible, enseñarle a dormir de manera autónoma podría ser la solución.
Puedes encontrar más información de cómo hacerlo en mis artículos anteriores y en mi perfil de instagram.
No te olvides de ti
La crianza requiere energía y paciencia. Intenta acostarte temprano si es posible y descansa siempre que puedas durante el día . Sí, sé que es más fácil decirlo que hacerlo y que mientras tu bebé duerme tendrás infinitas cosas que hacer…
A partir de los 3 meses, recomiendo una hora de ir a la cama entre 19.00 y 20:30. Si sientes que sobre esta hora tu bebé está más irritable, puede ser señal que está lista/o para bajar las revoluciones e irse a dormir.
Además, esto te dará tiempo para ti, para estar en pareja o tener un tiempo tranquilo antes de irte a la cama.
No seas dura contigo misma. El camino a veces puede ser agotador. Hay días que todos nos sentimos derrotados. Reconoce tus éxitos. Y si sientes que necesitas ayuda, no dudes en pedirla.
La maternidad (y paternidad) es un regalo inexplicable, pero sin duda presentará desafios antes inimaginables. A veces podemos sentirnos solos. Estoy aquí para compañaros en este camino. Y si te interesa un asesoramiento personalizado, no dudes en visitar la sección de “mis servicios” o contactarme directamente si tienes alguna duda.