La transición de dormir con tu bebé en la misma habitación a decidir pasarlo a su propio espacio es un gran paso en su desarrollo (y también para nosotros, los padres). De alguna manera yo lo sentí como un segundo corte de cordón umbilical… Una experiencia cargada de emociones, dudas y, en ocasiones, un toque de nostalgia. Es normal sentir orgullo y cierta inquietud, o preguntarte si tu bebé está realmente lista/o.
Saber cuándo y cómo hacer este cambio de manera gradual y segura es clave para que tu peque se sienta cómodo y listo para dar este importante paso. Si te sientes emocionada y un poco nerviosa a la vez, y quieres que la transición a su propio cuarto sea lo más suave posible, ¡sigue leyendo!
Tienes que sentirte cómoda
El momento ideal para que tu bebé pase de su cuna a su propia habitación dependerá de algo muy simple: si te sientes cómoda y preparada para hacerlo. La realidad es que no existe una edad o momento específico en el que “debas” realizar esta transición, ya que, cómo siempre digo, cada familia es diferente y tiene sus propias preferencias.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) y la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomiendan que, al menos en sus primeros 6 meses de vida, los bebés no compartan cama con sus padres (pero si la habitación). Esta recomendación se basa en varios estudios que demuestran que no dormir en la misma cama que tu bebé reduce el riesgo del Síndrome de Muerte Súbita Lactante (SMSL) hasta un 50%.
No sólo eso, sino que la AAP descubrió que la falta de sueño en los bebés y los problemas para consolidarlo puede estar asociado directamente con el compartir la habitación con sus padres después de los 4 meses de edad. Interesante, ¿no? Eso nos lleva a la siguiente pregunta…
¿Debo pasar a mi bebé a su propia habitación para que duerma mejor?
A medida que los bebés crecen, se vuelven más conscientes de su entorno. Todos, nosotros los adultos también, sufrimos micro-despertares varias veces durante la noche. Si un bebé ve o escucha a sus padres durante un micro-despertar, probablemente no vuelva a conciliar el sueño por si solo y esto cause un despertar nocturno…
Muchos padres encuentran que trasladar a sus bebés a otra habitación, especialmente a partir de los 6 meses, mejora su calidad del sueño, al igual que la de ellos mismos. Pero recuerda que cada familia es diferente y cada bebé tendrá su propio ritmo. Lo importante es que tomes esta decisión cuando tú te sientas preparada y estés segura de que es el mejor momento para todos.
Consejos para una transición gradual a la nueva habitación:
Si has decidido que es el momento adecuado para pasar a tu bebé a su propia habitación, aquí te dejo algunos consejos para que puedas hacer esta transición de manera respetuosa y suave:
Familiariza a tu bebé con el nuevo espacio
Es clave que tu bebé se sienta cómodo en la nueva habitación antes de hacer la transición completa. Pasa tiempo en su habitación, leyendo cuentos o jugando con él/ella para que asocie este nuevo lugar con experiencias positivas y no solo con el momento de dormir.
Comienza con una siesta
Empieza ofreciendo las siestas en la nueva habitación para que tu bebé se familiarice con el nuevo entorno de sueño antes de las noches. Si usas una cuna en tu habitación, puedes moverla al nuevo cuarto, siempre asegurándote de que sigue siendo segura (verifica la altura del colchón si el bebé ya se sienta solo).
Rutina relajante en la nueva habitación
Lleva a cabo la rutina de sueño en la nueva habitación, incluso si tu bebé no duerme allí las primeras noches. Esto ayudará a crear una asociación positiva con el espacio.
Primeras noches: gradual y con apoyo
Si habéis compartido la cama con tu bebé durante mucho tiempo, puedes dormir junto a él en su nueva habitación durante las primeras noches en un colchón en el suelo. Luego de 3-4 días, reduce gradualmente tu presencia en la habitación.
Ambiente propicio para el buen descanso
Crea un ambiente de sueño adecuado: oscuro, fresco, silencioso y libre de estímulos.
🥇¡TIP! Si sientes que necesita algo más para sentirse seguro antes de dormir, considera si es el momento de introducir un muñeco de apego. Otra gran herramienta puede ser una máquina de ruido blanco con un sonido familiar que puedes comenzar a usar unas noches antes de la transición.
🚨Prioriza el sueño seguro: Asegúrate de que la cuna esté libre de objetos sueltos, como mantas, almohadas o juguetes, que puedan representar riesgos de asfixia.
Consistencia y contención Los grandes cambios pueden generar ansiedad e inquietud en algunos bebés, por lo que es importante ser constante “A partir de ahora, esta es tu habitación”, puedes acompañar y contener a tu bebé tanto como desee, pero si le llevas a tu cama o tu habitación contigo cuando proteste, solo acabarás reforzando el llanto.
Lo más importante es transmitirle que este es un espacio seguro y que nunca estará solo, así que asegúrate de ofrecerle mucho cariño y contención, apóyate mucho en tu rutina de sueño relajante y sobre todo mantén la calma.
Si aún no te sientes segura o cómoda para pasar a tu bebé a su propia habitación, no te apresures. Los cambios grandes pueden dar miedo, incluso inseguridad. No te desanimes, recuerda que cada bebé es único, y tú más que nadie sabrás cuando sea el momento adecuado.
Recursos:
- Academia Americana de Pediatría (AAP). Safe Sleep Recommendations. Publicado en 2016. Enlace al estudio.
- Asociación Española de Pediatría (AEP). Recomendaciones para un sueño seguro en el bebé. Enlace al artículo.
- Paul, I.M., et al. (2017). Mother-Infant Room-Sharing and Sleep Outcomes in the INSIGHT Study. Pediatrics. Enlace al estudio.
- Moon, R.Y. (2016). SIDS and Other Sleep-Related Infant Deaths: Updated 2016 Recommendations for a Safe Infant Sleeping Environment. Pediatrics. Enlace al estudio.