Uno de los temas más desafiantes para muchos padres y por el cual recibo consultas a diario: los famosos madrugones. ¿Se puede hacer algo al respecto? Y antes de entrar en más detalle la respuesta corta es: sí, ¡se puede! y en este artículo te explicaré cómo.
Antes de adentrarnos en los consejos prácticos, me gustaría hacer algunas aclaraciones importantes. Primero, quiero que sepas que es completamente normal que los bebés se despierten temprano. Aunque, como adultos, nos resulte difícil entender por qué alguien sin responsabilidades ni tareas pendientes se levanta antes de las 6 de la mañana por decisión propia, es bueno saber que un bebé que se despierta entre las 6 y 7 de la mañana está dentro de un rango considerado biológicamente apropiado. Los ciclos de sueño de los bebés son diferentes a los nuestros y están alineados con su ritmo circadiano natural, que tiende a favorecer los despertares tempranos.
Dicho esto, si tu bebé se está despertando constantemente antes de las 6 de la mañana, o si estos despertares tempranos afectan la calidad de su descanso (y del tuyo), hay medidas que puedes tomar para ajustar estos patrones y para fomentar un despertar más tardío y mejorar el descanso en general.
¿Qué consideramos un despertar temprano?
Como mencioné antes, despertarse entre las 6 y 7 de la mañana es completamente normal para un bebé. Sin embargo, cuando hablamos de despertares tempranos nos referimos a aquellos que ocurren entre las 5 y 6 de la mañana. Estos despertares son los más difíciles de manejar porque, a diferencia de un despertar a las 2 de la madrugada, a estas horas el bebé ha dormido la mayor parte de la noche, tiene menos cansancio acumulado, y su cuerpo se encuentra en una fase de sueño más ligero. Además, el amanecer y los primeros rayos de luz pueden estimularlo, haciendo que volver a dormirse sea un desafío mayor.
Para quienes me siguen y me conocen hace tiempo, ya sabrán de memoria que a partir de los 4 meses aproximadamente, el sueño de los bebés madura y comienza a regularse. Y con esta maduración, los ritmos circadianos del cuerpo también comienzan a establecerse. Estos son ciclos biológicos que ayudan a regular el sueño y la vigilia. Estos ritmos influyen en cómo y cuándo dormimos. Por ejemplo, al oscurecer, el cuerpo empieza a producir melatonina, la hormona del sueño, que nos hace sentir somnolientos y listos para descansar. Esta regulación natural también influye en los bebés, por lo que entender y respetar estos ritmos puede ser clave para ajustar sus patrones de sueño y minimizar los despertares tempranos.
Causas de los despertares tempranos
Para poder combatirlos, primero debemos entender por qué tu bebé está madrugando.
Comencemos con algunas preguntas que podrían ayudarte a identificar la causa
¿Estará durmiendo de más durante el día?
O de lo contrario ¿Puede que no esté durmiendo lo suficiente durante el día? Lo sé, ¡es justamente lo opuesto pero un bebé sobre-cansado también podría despertar temprano!
¿Se está yendo a dormir en un horario adecuado?
¿Es un ambiente propicio para el descanso?
¿Tendrá hambre?
¿Sabe dormir de manera autónoma?
Cuando se despierta, ¿Estás reforzando los despertares con tu respuesta?
¿A qué hora hace su primera siesta?
Veamos cómo contestarlas:
Demasiado sueño diurno:
Aunque el sueño diurno es fundamental, si tu bebé duerme demasiado durante el día, esto afectará su sueño nocturno. Por ejemplo, un bebé de 10 meses debería dormir en torno a 2.5 y 3.5 horas al día en dos siestas. Si duerme más de 4 horas, probablemente no acumule suficiente sueño durante el día y se despierte temprano ¿me sigues?
Sobre-cansancio :
La razón más frecuente ¡y muchas veces desestimada! Contrario al punto anterior, si tu bebé no duerme lo suficiente durante el día, hace siestas muy cortas o se va a dormir muy tarde, es posible que acabe sobre- cansado. Y aunque lo lógico sería pensar que un bebé muy cansado dormirá mejor, la realidad es que un bebé con demasiado cansancio acumulado le costará más dormirse y permanecer dormido, lo que puede manifestarse también en despertares tempranos.
¡TIP! Asegúrate de que la última ventana de sueño no sea más larga de lo que debería para su edad y presta atención a la hora de dormir por la noche.
A partir de las 12 semanas recomiendo una hora entre las 19 y las 20.30 ¡no más tarde de las 21!
Ambiente de sueño:
¿Conoces cómo debe ser el ambiente de sueño ideal? Oscuro, fresco y silencioso.
Ten en cuenta que un pequeñiiiito rayito de luz puede ser suficiente para que tu bebé se despierte temprano. Durante las fases de sueño ligero, si entra luz en la habitación, el cuerpo de tu bebé puede interpretar que es hora de levantarse.
La oscuridad no solo fomenta la producción de melatonina (la hormona del sueño) sino que una habitación totalmente oscura, ayudará a que tu bebé se centre en una sola cosa: dormir.
Si crees que la habitación de tu bebé no está lo suficientemente oscura, te aliento a usar cortinas blackouts portátiles ¡pueden marcar un antes y un después!
Hambre:
Si tu bebé no come lo suficiente durante el día, esto podría resultar en despertares tempranos a causa de hambre. Durante el primer año de vida, te recomiendo alimentar a tu bebé cada 3 horas durante el día para asegurarte de cubrir las necesidades calóricas. Para bebés menores de 6 meses, una toma nocturna (también conocida como “dream feed”) antes de la medianoche puede ayudar a que se mantenga dormido por más tiempo.
Asociaciones de Sueño:
Si tu bebé depende de un apoyo externo para dormirse (como ser alimentado o acunado), es probable que le cueste volver a dormirse solo, especialmente durante los despertares tempranos. Enseñarle a dormir de forma independiente puede ayudar inmensamente a mejorar esta situación.
Refuerzo de los padres:
Sin darnos cuenta, a veces reforzamos los despertares tempranos al responder de cierta manera cada vez que el bebé se despierta. Por ejemplo, si todos los días a las 5:30 am entras a su habitación y lo llevas a tu cama o juegas con él, tu bebé naturalmente podría habituarse a esto.
La primera siesta del día:
¿Es demasiado temprano? Cuando la primera siesta del día ocurre muy cerca del despertar matutino, tu bebé podría estar tomando esta siesta como una extensión de la noche, lo que sólo acabara reforzando los despertares tempranos. Intenta retroceder gradualmente la primera siesta y verás mejoras.
Si has revisado todas estas posibles causas y tu bebé sigue despertándose temprano, te animo a tratar ese despertar como cualquier otro durante la noche. Intenta ayudarlo a volver a dormirse en lugar de comenzar el día a esa hora. Y, sobre todo, recuerda que los cambios de hábitos llevan tiempo y ✨constancia✨. Si tu bebé lleva mucho tiempo despertando temprano, es de esperar que no se resuelvan con hacer ajustes en una noche. No te desanimes y persiste. Evalúa todas las posibles causas y haz los cambios con paciencia.
Si necesitas un enfoque más personalizado para resolver los despertares tempranos o mejorar el sueño de tu bebé en general, no dudes en contactarnos o revisar los cursos que tenemos disponibles para ti. Mi equipo y yo estamos aquí para acompañarte.